2.15.2012

Todo me da vuel TAS
 ouch


Desvelo y no puedo dejar el lapiz quieto. 
Me da miedo.
¿Miedo? ¿Por qué? No sé porque, la verdad. 
Ni.
Todo da vueltas y nada frena (nunca) porque el tiempo no se detiene jamás,
y la cabeza nunca se vacía en realidad, sólo corre cosas a un costado, pero nunca (nunca) se vacía.
Es como todo, que se transforma y vuelve a transformarse. (una y otra vez)

Supongo que a mucha gente le gusta el misterio y la sorpresa
y así quietito, donde estas, creo que está  bien. 
Así me gusta.
(Creo que me gustas. 
O no, no sé. )



11.16.2011

El final fue un 15 de Noviembre, 4 años después

El fin, como un grito,
un escupitajo.
Un canto de verdad! 

Ahora, el fin.

Nunca más triste y liberador.
Rápido.
Ciclotímico.

Abrí, por fin, mi pecho con una daga para
mostrarte que había allí
y un manto de transparencia me cubrió de libertad.

Nunca más verdaderas las palabras 
que caen de mi boca,
que se convierten en burbujas vacías que explotan, 
disolviéndose en el aire
como si nunca hubieran existido.
Como si nunca antes hubiera existido nada.
Porque antes de vos no había nada, 
sos la primer primavera, 
(aquella en la que todos buscaban lo que yo ya había encontrado.)

El fin fue, 
ya pasó.
Y sí ya pasó, ¿dónde terminará todo, entonces?

¡Se está derrumbando!
el aire, el agua, la piel y el alma...
(hasta la respiración cambió)

Todo se cae,
todo termina.
Y ya no hay nada que yo pueda hacer,
yo muero también. 

11.13.2011

Y ahora ¿qué?

Imágenes se meten dentro de mi cabeza,
momentos congelados de aquellos días dorados,
donde eramos dueños de las horas
que iban y venían como si nada.
Y ahora... ¿qué?
Todo se va volando hacia el cielo.
Vuela hasta desaparecer.
Y ahora ¿qué?

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Tengo que estar bien

11.09.2011

Si me voy a españa...

Si me voy a España voy a pasear de aquí para allá.
Apenas pise el suelo de Sevilla voy a pellizcarme para ver si estoy soñando.
Si me voy a España, voy a sonreirle a todos.
Prometo escribir hermosos poemas en un romántico atardecer de Barcelona.
(Quizás cante algunos tangos también.)

Registrarlo todo

Necesito regristrar todo.
Lo bueno , lo malo... la nada.
Necesito registrarlo todo para el futuro y tambien para el presente.

Necesito demostrar que no todo está perdido,
ni todo está ganado.

Será bueno despertar ese halito de esperanza
será bueno demostrar que aún no es momento de quedarnos quietos.
Hay que salir, a respirar polvo para darnos cuenta que asi no podremos respirar. 
Hay que embarrarse los pies, (es una sensación grafiticante sacar luego el barro seco.) 

Quiero registrarlo todo  y enseñarselo al mundo.
Solo la subversion nos da cambio.
el movimiento.
sin movimiento no hay nada.

Necesito registrarlo todo.
Lo que mueve el viento, lo que mueve el agua, lo que mueven las melodías, lo que mueve la gente...
Y lo que es capaz de mover.

Nosotros, los barrios, las personas, 
No alguien más haciendo todo o nada por nosotros.
Sólo nosotros, todos. 
 juntos. 

Aquella sería una buena fotografia digna de registrar. 

10.23.2011

"¿Por qué mi mente da vueltas a tu alrededor?"

(Shhh....bajito, casi susurrrando)
Otra vez apareciste en mi sueño
LLorabas y te abrazaba, te besaba.
Quedate un rato más,
allá afuera la realidad nos separa,
 y sólo así, acá,  podemos sentirnos

10.18.2011

Futuro soñado.

Despierto todas las mañanas igual: un ojo se abre antes que el otro y me encandila la luz que entra por mi ventana.
Un día más.
Sin embargo ayer fue distinto, no logré llegar a mi cama y caí rendida al primer árbol que se me cruzo en el camino. Los ruidos de los autos y  la gente pasando me perturbaban pero logré dormirme de todas formas.
Despertó, más tarde, mi ojo izquierdo primero y luego el otro.
Desperté pero ahora no estoy en casa, ni en la plaza. Nunca me gustaron mucho los lugares muy iluminados (me hacen sentir muerta) y éste lugar era uno de ellos.
(Muy dentro de mí siento que estoy soñando)
Unos segundos después, baja un poco la luz, es entonces cuando logro distinguir a un hombre que se acerca. Tiene la cara de un personaje de un libro que alguna vez leí y que por supuesto imaginé. Me habla y más allá de que no entiendo ni una palabra de lo que dice, me hace reír el hecho de que tiene la voz de mi gato. Estoy segura aquél el hombre es mi gato.
Me habla en un idioma el cuál desconozco, pero lo entiendo a la perfección ya que gesticula con sus manos (tiene las uñas súper largas y sucias).
Me indica un camino. (¿Hacia dónde?)
Caminamos 11 metros por un túnel estilo pecera (afuera veo cielo) hasta llegar a una puerta, la única.
Cuando la abro, me encuentro en la vereda de mi casa. Todo alrededor está distinto, salvo mi casa, está intacta. Sobre el buzón se encuentra mi gato, que también está distinto, un poco más flaco y sus ojos, verdes y radiantes como solían ser, ahora son tristes, opacos y caídos. Está mordiendo eufórico la madera del buzón.
Me volteo hacia mi guía para contarle de mi gato y su parecido, pero éste ya no está.
El resto de las casas están distintas: la casa de “El reo”, mi vecino, no está, sólo quedan restos de ésta en el piso.
Todo a mí alrededor da vueltas, no me alcanzan los ojos para observar tantos cambios. Me mareo.
Lo que antes era fresca brisa ahora es  viento seco que arrastra consigo polvo gris y aromas desagradables. Busco a mi guía, otra vez. Comienzo a desesperarme, no me gusta lo que veo, es mi barrio hecho trizas.
Intento correr, a donde sea, pero las piernas no toman velocidad.
Caminando (entonces) llego a la plaza principal. Ya no quedan árboles de pie.
A lo lejos veo otro ser humano y todo mi cuerpo se llena de esperanza, de alivio...me acerco. Es una anciana, está sentada en un banco de la plaza y está llorando. La miro y la invado con indagaciones, dudas y exclamaciones, pero no me habla, ni siquiera me ve. Intento sacudiéndola pero no hay caso, no para de mirar a un punto fijo, inmóvil, como estatua. La sacudo más y más, estoy usando mi fuerza en exceso, tanto que su piel comienza a separarse de su cuerpo y sus ojos  caen al cuelo, con lágrimas incluidas. De pronto aparece mi gato, quien se recuesta sobre las piernas de la anciana y, una vez acomodado, deja de respirar.
Ambos están muertos ahora.
De golpe, como haciendo “paff” desaparecen, y así también los árboles con la plaza entera, las casas... mi barrio. Sólo queda mi casa, me quedo allí, petrificada mirándola, no puedo dejar de mirarla, como cuando sabés que algo va a suceder y lo buscás y lo esperás tanto tanto que, aunque no quieras que pase, sucede. Entonces mi casa también desaparece, se hace polvo que intento retener con mis manos pero no lo logro y se filtra. Se fue.
Y así como mi casa, como todo, yo también desaparezco, yo también me voy.
En el piso sólo queda, ahora, mi reloj, lo único que no se desintegró. Está tirado, marcando las horas aunque ya nadie necesite saberlas. “Tic Tac, Tic Tac” por siempre.
No sé cuanto tiempo pasó pero de golpe despierto otra vez bajo el árbol. Estoy de nuevo en la plaza principal. Los árboles, las nubes, el sol y la gente están allí otra vez.
Aquí, en este preciso momento de paradojas, confusión y esencia onírica, es cuando comienza otra de mis tantas obsesiones: mi obsesión por cambiar el futuro.